Numerosos arroyos que surtían estos antiguos caudales, prácticamente se han convertido en lodazales, con apenas humedad.
La entrada masiva de extraños a una zona restringida como la cuenca de El Duey, Arroyo Grande y Guananitos, se masificó en el 1996 cuando se le permitió a
Ignacio García Ramírez, presidente de
El ecologista dijo que la vida del río Haina y sus afluentes está a punto de terminar debido a que más de mil familias que viven en la parte alta de la cuenca de Haina han contribuido a agravar el problema, junto a la explotación minera por parte de granceras, más nuevas construcciones turísticas, la sobreexplotación de la cuenca como un balneario, la contaminación que producen bañistas y agricultores migrantes y la progresiva deforestación.
“Solo un responsable control de la deforestación y un estricto plan de reforestación pueden salvar los ríos Haina, Duey y Arroyo Grande”, advirtió García Ramírez.
Abogó porque se detenga la deforestación y se inicie la reubicación de ocupantes, tras precisar que esas medidas pueden “contribuir a que esos sistemas vuelvan a funcionar luego de un tiempo”.
Propuso que mientras el Gobierno logra un lugar para reubicar a los ocupantes, les dé empleos a los campesinos sembrando árboles maderables y forestales. Dijo que un estudio en la zona concluyó que de 58 riachuelos que nutrían esos ríos, solo 15 están llevando agua a Haina, Arroyo Grande y Duey.
0 comentarios:
Publicar un comentario